
Nunca pensé que diría ésto, pero... ahora mismo daría cualquier cosa por sentir algo. No sé, por que algún sentimiento decidiese aflorar en mí haciéndome reaccionar. Pero no... Hace mucho tiempo que me siento incapaz de moverme por dentro. De alguna manera, es como si me hubiese bloqueado por completo. Como si fuese incapaz de respirar, de pensar, de sentir algún tipo de sensación, de... de vivir. Me arrepiento de todos ésos días en los que, desesperada, golpeaba mi almohada en busca del absoluto silencio, gimiendo y suplicando que las voces y los recuerdos de mi mente se callaran y me dejasen en paz. Pero ahora... ahora me arrepiento tanto. Me siento en mitad de un desierto doloroso. Me quemo y necesito que me apaguen con agua, pero nadie es capaz de dármela. Y... no sé. Supongo que lo más interesante de los deseos es éso, precisamente éso, desearlos, ¿no? Porque entonces, ¿qué sentido tendría todo si tuviésemos todo lo que quisiéramos? Tuve que tragarme sin pan mis palabras. Ahora tenía lo que quería: ahora era incapaz de sentir, era incapaz de recordar, me hallaba incapaz de mirar hacia atrás. Como si me estuviesen volviendo la cara y borrando la mente constantemente. No necesitaba éso ahora. Ahora necesitaba alimentarme, necesitaba dejar de secarme por dentro, necesitaba sanar las heridas, necesitaba cerrarlas por completo y volver a sentir. ¿Por qué se lo habían llevado todo los recuerdos? Y ahora estaba allí, completamente hueca y rota, sin poder hablar, sin poder acordarme de nada, sin poder mirar hacia atrás. Es como si alguien decidiese que mi vida sólo pudiese seguir hacia adelante, y se hubiese dedicado a verter lejía sobre los recuerdos dolorosos. ¿Qué significaba éso? ¿Que yo sólo quería hacerme daño entonces? ¿Que haciéndome daño me iba a sentir bien para siempre?
Follow me on Twitter ♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nubes de papel.