
Hace ya mucho tiempo que comprendí que, las cosas, por mucho que las pensáramos y las deseáramos incansablemente, no aparecerían allí por arte de magia. Tampoco bastaría con luchar por ellas. Si deseas realmente algo, has de dedicar cada centímetro de tu piel a ello. Y, sí... no voy a negar que duela, porque la verdad es que duele, y mucho. Poco a poco te vas quedando en carne viva y hasta respirar te duele. Poco a poco has desgastado todas las canciones que expresaban cómo te sentías cuando estabas deprimida, has vuelto a comer más que nunca y te sientes sola, todas ésas tardes de vacío en las que se basa tu vida, son sencillamente horribles. Lo único que deseas es salir del infierno al que estás sometida (voluntaria o involuntariamente). Los días y el tiempo no curan nada, porque tienes las heridas tan abiertas que nadie te cura. Yo ya no puedo más, me canso de suplicar y de pensar, y de llorar por las noches pidiendo perdón por todas aquellas cosas que se han transformado en mis errores; de verdad que yo no quería cometerlos. Pido perdón por todas mis noches a solas, pero necesito un poco de paz dentro de mí. Necesito algo que me vuelva a recordar que estoy viva, más risas, más diversión. Siempre, aunque yo no quiera, empezará un nuevo día, y otro, y otro... Y es algo que no podré evitar, pero es que necesito salir de aquí, de verdad. Es tan doloroso ésto que estoy sintiendo... No lo puedo describir...
Follow me on Twitter ♥
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nubes de papel.