-

Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, ¿vale? Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello y punto.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Hay dolores que no se curan y errores en la espalda que aún me pesan.

Me odio tanto a mí misma por haber perdido la capacidad para escribir y desahogarme como antes solía hacer... Recuerdo que siempre tenía abierto éste blog y jamás esperaba ningún tipo de comentario o "me gusta", sino que era como un refugio donde al menos podía sacar todo lo que me dolía cuando más lo necesitaba. Ahora, mucho tiempo más tarde, he aprendido a callarme mis dolores hacia adentro y sufrirlos yo sola, porque nadie más tiene la culpa de ellos. Me siento tan rota, tan inútil y tan insuficiente que arremetería contra mi cuerpo como muchas más otras veces lo he hecho. Tengo un nudo en la garganta tan bien cruzado que creo que jamás podré desatarlo bien. Sólo soy un fracaso de persona; no tengo nada bueno, no soy absolutamente nada para nadie. Me siento nuevamente tan sola atrapada entre éstas cuatro paredes que creo que me será imposible escapar algún día. (No eres lo que busco). Mi pecho duele, se entreabre, deja sacar tímidamente el dolor que tiene por dentro para ver si así se puede paliar un poco, pero no, es imposible, éste dolor y ésta incertidumbre me acompañarán siempre, me dañarán siempre, me harán jirones siempre. La certeza de saber que no soy lo suficientemente buena, que no soy normal ni lo seré nunca, éso es lo que se amontona en mi pecho y hace que me cueste continuar y enseguida me broten las lágrimas cuando el momento es menos indicado. Quiero llorar, quiero llorar, por favor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nubes de papel.