-

Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, ¿vale? Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello y punto.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Hay dolores que no se curan y errores en la espalda que aún me pesan.

Me odio tanto a mí misma por haber perdido la capacidad para escribir y desahogarme como antes solía hacer... Recuerdo que siempre tenía abierto éste blog y jamás esperaba ningún tipo de comentario o "me gusta", sino que era como un refugio donde al menos podía sacar todo lo que me dolía cuando más lo necesitaba. Ahora, mucho tiempo más tarde, he aprendido a callarme mis dolores hacia adentro y sufrirlos yo sola, porque nadie más tiene la culpa de ellos. Me siento tan rota, tan inútil y tan insuficiente que arremetería contra mi cuerpo como muchas más otras veces lo he hecho. Tengo un nudo en la garganta tan bien cruzado que creo que jamás podré desatarlo bien. Sólo soy un fracaso de persona; no tengo nada bueno, no soy absolutamente nada para nadie. Me siento nuevamente tan sola atrapada entre éstas cuatro paredes que creo que me será imposible escapar algún día. (No eres lo que busco). Mi pecho duele, se entreabre, deja sacar tímidamente el dolor que tiene por dentro para ver si así se puede paliar un poco, pero no, es imposible, éste dolor y ésta incertidumbre me acompañarán siempre, me dañarán siempre, me harán jirones siempre. La certeza de saber que no soy lo suficientemente buena, que no soy normal ni lo seré nunca, éso es lo que se amontona en mi pecho y hace que me cueste continuar y enseguida me broten las lágrimas cuando el momento es menos indicado. Quiero llorar, quiero llorar, por favor...

Qué aburrido es ser un ángel.

De verdad me encantaría darle una segunda oportunidad a quien de verdad se lo mereciera, pero es que considero que es tanto el daño que me han hecho que ya ni siquiera tengo ganas de encontrarle cura. No paro de releer éso que hay escrito en mi agenda: "sólo tienes que querer". Pero... ¿y qué pasa si quiero, pero no tengo más ganas de seguir luchando? Ya he cedido cada milímetro de mi cuerpo, todas mis fuerzas se han desgastado completamente, de intentar ayudarme a mí misma y de intentar ayudar a los demás. En el fondo es éso, me he perdido en un agujero negro durante demasiado tiempo, y ahora que quiero salir, no puedo. Hay tantas cosas que me impiden la felicidad... Necesito ser libre, necesito estar libre de cadenas. ¿Que qué me falta? Me faltan tantas cosas... Necesito mi libertad, necesito poder correr libremente, decir que no soy de nadie, decir que puedo hacer lo que quiera cuando quiera. Es tan complicado hacerlo sin herir los sentimientos de algunas personas... He estado demasiado tiempo herida, he estado muchos meses sumida en el más profundo dolor que me han causado muchas personas, y no ha habido oportunidad de remontar, me he sentido pateada, humillada, dolorida y decepcionada. Sobre todo éso... decepción es lo que me rondaba la mente. Lo siento, no puedo ofrecerme más oportunidades después de todo lo que ha sucedido, no puedo cerrar los ojos y hacer como si no hubiese pasado nunca, porque es lo que llevo haciendo mucho tiempo, y sé por experiencia que es muy duro, y necesito un suspiro de paz, que me ayude a seguir hacia adelante. Necesito saber que me espera vida más allá de lo que todos pensáis. Tengo que demostrarme a mí misma que sola soy fuerte, no necesito a nadie, sólo una sonrisa y echarle coraje a mi vida.

Como te haces daño por fuera para intentar matar lo que sientes por dentro...

Si tuviera que acordarme de todas las frases que he ido gastando entre pensamientos que van y vienen, jamás podría llegar a recopilarlas todas con exactitud. Echo de menos muchas cosas, echo de menos la gente limpia y transparente, la gente en la que sabes que podrás confiar, y no la gente que, mientras hablas, se mira, y tú te preguntas que qué dirán. Echo de menos estar a gusto en un sitio, poder ser yo misma, hasta querer comer. Ojalá hubiera sido capaz de adaptarme a un sitio tan extraño. Por éso, si veo que algo me inspira, huyo. Estoy cansada, frustrada, podría incluso decirse. No consigo nunca ninguna de las metas que me propongo, y estoy realmente amargada, es lo que dicen todos. Pero es que no puedo salir a flote por mucho que digan que una vez que has tocado fondo ya sólo puedes subir. Éso es mentira, una vez que estás abajo, puedes mantenerte abajo todo el tiempo que sea. ¿Que qué me gustaría ahora? Pff, hay tantas cosas que me gustaría contar y que no me atrevo... Es una frustración y una quemadura constantes los que laten en mi pecho y que no me dejan vivir. Quiero conocer nuevas cosas, atreverme a decir las que no quiero y cambiar de personas, personas que me hagan recobrar la fe en cosas que ya creía perdidas. Siempre lo hago, y me lo repito, y no puedo evitar pensar muchas veces... ¿qué hago mal? ¿Será mi pelo? ¿Mi cuerpo? ¿Mis labios? ¿Mis ojos? ¿Mi nariz? ¿Mi pelo? ¿Mis palabras? ¿Mi sonrisa? De verdad, no consigo entenderlo, nunca sé qué hago mal y éso me frustra, nadie quiere ayudarme a superarme, necesito, de verdad, un cambio de aires...

Le robé las horas al reloj, pero nada cambió.

Cuando quieras que las manecillas del reloj avancen más deprisa que nunca será cuando lo hagan con toda la parsimonia que han retenido durante todos ésos momentos que deseabas que el tiempo se pasara más despacio que nunca. Cuanto más desees algo, mayor será la probabilidad de que los demás se nieguen a ayudarte. Son las típicas leyes de Murphy, las que rigen casi siempre mi vida, las que están ahí, ahí y no se van... Creo que nací un Martes trece, me paso la vida cosiendo recuerdos para poder subsistir de ellos por las noches. Y creo que las heridas cada día se empeñan más, y creo que hoy sólo me aliviaría el olvidar, que se niega a visitarme una vez más. Creo que tengo que sacrificar segundos, minutos, horas, días y semanas por unos días de paz y tranquilidad en las que se esfuma el dolor y todo se unifica para quitarse ése color tan gris oscuro que no me gusta. No me arrepiento de nada, no me arrepiento de haberle vendido el cáliz de mi conciencia al diablo para pasar unos días de calma, en paz con mi alma. No me arrepiento de haber vendido todas mis estrellas al mejor postor para olvidar la noche por unos días. Sí, puede que ahora sea la niña más infeliz sobre la Tierra, pero ¿qué importa? He sido feliz durante un breve periodo de tiempo, y éso es lo que me satisface. Me satisface la sensación de optimismo que a veces me visita, que me llena mil veces más que el pesimismo que duerme a mi lado en mi cama. Y ya tengo contadas todas las manchitas que le salen a la Luna cada vez que salgo a mi balcón a rezarle que ya está bien, que quiero seguir hacia adelante y poder dibujar una sonrisa siempre que lo necesite. Siempre es igual. Despertarse, gente que no te gusta, decepciones, tristeza, tardes de soledad, a dormir. Cuando a un preso lo sacan de su cárcel personal, agradece eternamente a quienes lo hayan hecho. Tal vez piensen que exagero demasiado, pero ahora cambiaría toda la comida y toda el agua de las que dispongo por éso... por un poco más. Sólo... sólo un poco más...

Seguro que te esfuerzas por no ahogarte con tu propio veneno cada día.

Houston, tenemos un problema. Houston, llevo aquí atrapada diez años y estoy intentando resistir con todos los víveres que me quedan, pero ya casi me resulta imposible. Houston, llevo resistiendo en mi fuerte de falsa felicidad durante mucho tiempo, necesito un atisbo de esperanza, que por lo menos me digan que ésta misión se va a acabar. Houston, espero que no os hayáis olvidado del todo de mí y que tengáis en cuenta de que no os puedo gritar. Houston, hace demasiados meses que cuando bebo el agua no me sacia y la comida se convierte en ceniza en mi boca. Houston, yo no creía en las historias de fantasmas hasta ahora, por las noches me visitan y me tientan con sus relatos de felicidad. Houston, llevo tantos días seguidos cantando que me he quedado afónica de gritar que agarren mi mano y me saquen de éste frío lugar. Ya casi he perdido las esperanzas pero prefiero animarme y pensar que ésto tiene un final, y que ése final llegará y que el día que llegue yo seré feliz pero, sinceramente, Houston, yo ya casi que no veo ése final, lo he perdido de vista, dígame, ¿dónde estará? Houston, hace mucho tiempo que mis huesos empezaron a ser mentira y yo también empecé a flaquear. Tampoco me va tan mal, unas risas por ahí de vez en cuando, pero no es lo mismo, Houston, lo que más necesito es que me saquen de mi soledad. Houston, muy pocas personas pueden conseguirlo y juro que yo daría lo que fuese por una bocanada más de ése aire dulce que embriagó mis pulmones una vez, y otra vez, y otra vez. Houston, de verdad, daría lo que fuera por volver allí, estoy desesperada, cómo me gustaría vivir allí... Houston, sáquenme de éste lugar, que está frío y oscuro y aquí ni siquiera corre el aire, no saben lo que es estar aquí, por éso todo desde fuera se ve tan sencillo. Yo estaría dispuesta a dar todo por ello, hace mucho tiempo que tengo ahorrados pedazos de mi carne para entregarlos si hace falta para irme. Houston, quiero volver a sentirme libre, quiero volver a recuperar todas ésas sonrisas y risas que solté allí. Houston, paren el mundo, que yo me quiero bajar... No sé por qué me mandaron a ésta misión... Espero vuestra respuesta.

Y el mundo alrededor y no puedo soñar. Y es que hoy estoy triste, sólo pienso en llorar.

Necesito más chinchetas, ¡corre!, y sujétame ésa sonrisa de Cheshire que se me perdió por el camino conforme llegaba a éste lugar. Necesito una mar salada que me trague por los días que me quedan aquí y me escupa cuando los lobos carroñeros dejen de intentar mordisquear mi piel. Cada vez que me meto en la cama es como si me clavaran mil espinas y no me dejaran avanzar, me sujetaran contra lo que yo más quiero en éste mundo, si algo he aprendido es a tener cuidado con lo que deseo, a formular bien las palabras con las que quiero expresar lo que siento. Pero ¿qué pasa cuando ni sé lo que me pasa, ni encuentro las palabras con las que quiero decirlo? El mundo hoy se empeña en darme la espalda y yo no sé qué tipo de bombones regalarle para que me vuelva a hablar. ¿Tú crees que de verdad existe una oportunidad de salir de aquí? Yo lo creía hace mucho tiempo, y acabó convirtiéndose en mi obsesión, en mi razón por la que yo me levantaba por las mañanas. La gente pensaba que diciéndome que pronto llegaría podría retener mi dolor, pero lo único que hacen es acrecentarlo más. No se dan cuenta de lo que me sucede, nadie es testigo de mi infierno porque está dentro de mí... no conmigo. No sé qué sabia decisión tomar; ¿debería callarme las cosas y continuar, o seguir luchando como siempre he hecho? Ser una conformista es lo que me lleva a la mayoría de situaciones, me conformo y es como si no hubiese esperado nunca... ¿qué me apetece más? Deseo un sabor dulce que luego se vaya convirtiendo en ácido y en mi frigorífico sólo predominan los sabores amargos. Cuando les doy la vuelta a mis muñecas sólo encuentro carne, y me niego a pensar que voy a ser una más. Me gustaría ser ésa persona especial en la que no pueden parar de pensar. Quiero estar lejos de aquí, sin sus burlas, sin sus comentarios críticos, sin sus insultos... Todo el mundo dice que tengo derecho a ser feliz y que para éso sólo me tengo que olvidar... Nunca me cansaré de decir que no puedo hacerlo, me es imposible girarme y hacer como si no hubiera visto nada. ¿Cuándo os dignaréis a aceptarlo? Yo también soy una persona humana...

Vengo de ilusa, ¿qué quieres que le haga? Allá donde soñé hoy tengo una llaga...

Y una vez más, abro una nueva entrada para volver a expresar. Las tijeras con las que ahora me corto, al final, han acabado por redondearse las puntas y ya de nada me sirven. Las gotas de agua fría sobre mi piel me perforan como cuchillos. Luego los minutos se vuelcan sobre las heridas como si de alcohol se tratase. Así, con el cuerpo magullado y la mente completamente en blanco me meto entre las sábanas blancas que acarician mis costillas rotas. Yo no estoy muerta, sino adormecida. Éste es mi pequeño infierno personal, en el que cada vez que caigo no hay forma de salir hasta dentro de veinticuatro horas. Después de ésas veinticuatro horas vendrán otras veinticuatro horas. Se me para el corazón a cada dieciocho latidos para poder volver a reaccionar. ¿Qué hago si mis estrellas me han dejado de iluminar? Ellas jamás volvieron a dirigirme la palabra y yo ya no les escribo cartas. Debería volver a hacerlo, me encantaba hablar con ellas y que me iluminaran algunas noches con su luz. Era como un atisbo de esperanza en el vacío que hay en mi pecho. Cuando en la casa reinan los silencios es cuando mis lágrimas tienen que ser más sigilosas que nunca, se esconden tímidas detrás de mis mejillas pálidas y yo les tengo que decir que no tengan miedo, ni vergüenza de salir. El medicamento que cura mi cáncer está muy lejos de aquí y es muy díficil conseguirlo, casi estoy a punto de rendirme. ¿Se podrá morir realmente de tristeza a plena luz del día? No soy kamikaze pero estoy a punto de comprobarlo. Hojas vacías, éso es lo que llenan los cuadernos en los que me obligan a describir los gusanos que me carcomen por dentro. Podría hacer tantas cosas para las que ya he perdido movilidad... ya nunca más volverán a moverse mis mejillas para dejar salir mis dientes escuchando los relojes y riéndose del tiempo, que juega en mi contra pero a veces es mi amigo y me ayuda a sanar. Dicen que todo lo cura, pues no es cierto, es más, yo lo he comprobado y diría que el verbo esperar proviene de amargura. Estaría loca pensando que alguien de verdad querría salvarme de aquí y una noche más abandono la esperanza y tiro la toalla y digo que ya está bien, que éste día se va a acabar y es entonces cuando cojo las tijeras y un bote de pastillas y me digo que nunca más. Rompo el bote de pastillas y como todas las que caben en mis temblorosas manos. Con las tijeras se me rompen y desbaratan las venas y pienso que todo es cuestión de esperar, se va a acabar en pocos segundos. Pero siempre que pienso éso... al final acabo amaneciendo otra vez en mi cama, lista para un nuevo día.

O tengo dentro mil infiernos, y se me cae la piel a cachos.

Me creo un pájaro que no puede volar, una pequeña avecilla con las alas rotas a la que intentan enseñar a volar y no puede, porque cada vez que lo intenta se muere, se parte. Busco todos los días frases que puedan describir las cosas que pasan por delante de mis ojos y nunca quiere acertar de pleno. Ya ni siquiera soy capaz de sentir algo de hambre, el pan y el agua que hay en la puerta de mi cuarto se pudren desde hace semanas. ¿Cuántas cartas más tengo que escribir para que me saquéis de aquí? Y siempre que acabo diciendo que es la última, al final siempre acabo escribiendo cinco más... Qué más dará ya, si siempre que me rindo al final tengo que volver a remontar. Siempre que cojo mi bote de pintura de cien colores y lo echo por las paredes los colores empiezan a resbalar y de todos los colores sólo se queda el gris para mí. Escucho el tic-tac de los relojes, pero me indica que ésto nunca se va a cabar. ¿Cuánto más tengo que esperar? Decidme, decidme que yo os daré todo lo que tenga en mi mano para irme de éste sitio. Ya he desistido de intentar haceros una idea de lo que es estar aquí, porque ya sé de sobra que no me vais a rescatar y me canso de pediros auxilio, tranquilos, que yo solita me sabré cuidar. Pero es que cuando una está tan sola es tan difícil ver las cosas de un modo distinto al que ya se está acostumbrada... Parece que todas las canciones se me marcan en la piel y tengo que ponerme un gran abrigo para que no adivinen lo que sucede. Pero, a ver, no me entiendo, ¿quieres que me ayuden o no? ¿Qué quiero realmente decir? La tormenta me ha visitado ésta mañana, dice que ya apenas valgo para nada, que le encantaría ayudarme pero sus lluvias ya han dejado de ser doradas y ahora se han transformado del color gris que tanto odio. Empeñarme en vivir o empeñarme en morir, así es como están mis circunstancias ahora. Llevo caminando por el camino difícil durante diez años, y a éstas alturas, los años son palos. ¿No puede haber una forma más sencilla de trasladar a ésta muerta de hambre a una camilla más cómoda?

Mentiría si dijera que días no cortan como tijeras, que ojalá que todo fuera más perfecto.

Un sentimiento requiere un esfuerzo, un sacrificio. En realidad, el 100% de las cosas que solemos hacer el día a día pide un sacrificio, aunque no lo parezca. La vida está llena de sacrificios, unos aceptados por voluntad propia, y otros impuestos por otras personas. Los sacrificios que nosotros mismos nos imponemos están bien, nos ayudan a crecer como personas y a valorar lo que realmente somos; pero los sacrificios que nos ofrecen otras personas suenan más bien a obligación, y todo el mundo quiere ser libre y hacer lo que quiere, pero no está dispuesto a pagar el precio de nada. Hace tiempo que se me ocurrió una frase que me dio que pensar durante bastante tiempo: si en la libertad se supone que labramos cosas para nosotros mismos, ¿por qué hay que labrarla a costa de otros? Supongo que las personas más radicales están a favor de ésta creencia, mientras que otros grupos la considerarán absurda. He pasado diez años de mi vida sacrificándome por mi libertad a costa de muchas personas. He dado todo lo que tenía y he exprimido cada gota de mi cuerpo a cambio de unos instantes de libertad y satisfacción, pero aún así, lo cambiaría todo por un poco más. Supongo que la libertad es un sentimiento que engancha, te aferra a él y te hace querer más. Todas las cosas en el mundo que pruebas y te hacen sentir bien, siempre quieres tenerlas pegadas a ti, como un sentimiento de satisfacción eterno. Claro que a todos nosotros nos encantaría ser libres para siempre y sentirnos bien, es lo que nos garantizan día a día. ¿Qué puedo decir yo desde mi posición? Hace mucho tiempo que no logro sentirme completamente libre ni viva, y éso cuesta hasta cierto punto. En la parte muerta en la que ya estás acostumbrada te sientes como tragada por una oscuridad blandita, en la que parcialmente no quieres escapar, pero dentro de ti sigues conservando ése atisbo de esperanza del que te alimentas y que no pretendes abandonar. Es inevitable que se escape algunas veces y que muchas otras se niegue a volver, pero la esperanza siempre vuelve. ¿Sabes qué suele traer consigo ése rayito de esperanza? Más dolor...

Mi corazón enfrascado en una botella, sin latir, sin sentir, sin odiar, sin amar...

Qué quieres que piense... si yo pienso que es éso lo que ha pasado. Que he naufragado en mi barco de felicidad en la playa de los sueños y he visto que allí el agua era más dulce y he decidido quedarme. Mira que siempre he odiado las comparaciones náuticas, todo se vuelve tan frío y oscuro de repente... Amo cuando me siento completa, aunque sea una vez cada mes, me da igual, es una sensación tan plena que me hace gritar de alegría; escucho los relojes y, aún sabiendo que el tiempo tarde o temprano se acabará, sigo disfrutando como si cada segundo fuese oro con el que me bañan. Muchas veces atisbo una sensación de plena satisfacción en mí que me hace preguntarme realmente muchas cosas. ¿Quién decide lo que está bien y lo que está mal? ¿Por qué tengo que estar encerrada en éstas paredes con tentáculos que me atrapan y me estiran de las extremidades? He pensado muchas veces en quitarme la vida, para qué nos vamos a engañar, y una vez que ése pensamiento ronda mi cabeza, lo más decepcionante es que no he conseguido llevarlo a cabo. Tal vez es porque amo demasiado la vida humana como para dejar escapar una más, odio a los débiles y odio verme flaqueando. Siempre he opinado que es de mal gusto dejar que una persona se muera, pero al fin y al cabo, morirse por fuera y morirse por dentro supongo que será lo mismo, me encuentro podrida en mi interior como una manzana agridulce. En realidad... ni siquiera me considero muerta, es difícil declarar clínicamente cómo estoy ahora. Las palabras limitan mi situación y me gustaría expresar lo máximo que siento. Un trocito de realidad no me vino mal, el problema es que cuando la arranqué del techo se me vino encima toda la losa que sujetaba el universo. ¿De verdad? No pensaba que un palazo pudiera llegar a ser tan fuerte ni hundirme tanto. Hay días en los que el oxígeno ya ni siquiera alimenta ni puede hacer nada por mantenerme con vida, es entonces cuando estallo y digo que me quiero morir y que el camino se tuerce y por más que corro, no lo voy a saber alcanzar.

lunes, 3 de junio de 2013

El alma descansa cuando echa sus lágrimas; y el dolor se satisface con su llanto.

Siempre me han dicho que la actitud con la que te enfrentas a los problemas es realmente el factor que los engrandece o los empequeñece. Pero nunca me han dicho qué es lo que se tiene que hacer cuando ya te has enfrentado a ellos con todas las actitudes que se te ocurrían, tanto las buenas como las malas, y no sucede absolutamente nada. Quizá sea el hecho de que sea demasiado exigente, o quizá que llevo demasiado guardando por dentro. Nadie se había parado nunca a contemplar conmigo todos los puntos de vista con los que he afrontado los problemas: las veces que sonreí y puse buena cara sin tener ganas, las veces que cambié mis pensamientos para que el rumbo se tornara a mi favor, las veces que decidí comportarme tal y como la persona triste que soy, las veces que no esperé nada de nadie... Todas ésas veces que conformaron mis mil y un intentos fallidos y que rompieron la calma que yo tanto quería y nadie me podía dar. Porque ahora, más que nunca, es cuando ansío con todas mis fuerzas ése cambio de aires, ésas ganas de irme tremendamente lejos para comenzar desde cero siendo una persona nueva, con renovadas virtudes y renovados defectos, con nuevos problemas que afrontar y solucionar... Y tener miedo de decir en voz alta lo que siento, porque cada vez que manifiesto ése deseo, las culpas se achacan a mí y me comen como leones hambrientos, deseosos de poder echarme en cara mis numerosos defectos.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

jueves, 23 de mayo de 2013

Hay veces que es mejor no hablar, porque hay conversaciones que hacen daño.

¿A qué estoy esperando? ¿Por qué pasan las horas tan lentas y dolorosas para mí? Sólo quisiera cerrar los ojos y que el tiempo pasara deprisa, quisiera que con cada letra que escribo se aflojase un poco el dolor que está aflorando dentro de mí como una enredadera y no me deja vivir. Siempre las mismas canciones suicidas que no me animan a nada, siempre ése desánimo a mis espaldas. Me siento herida y abandonada. Pensé que jamás volvería a sentirme de ésa forma después de tantas y tantas cosas transcurridas, pero después de todo la vida me está demostrando que puedo ser mala, aunque sea inconscientemente, y que pagar por mis errores tiene que ser a un precio muy alto. Lo que más duele es pensar el tiempo que queda por delante y seguir de ésta forma, de ésta forma en la que a nadie le importa mi suerte y que seguiré sola durante mucho tiempo. No sé qué camino coger, de qué manera actuar, no sé qué hacer para fingir mi sonrisa, para quitarme el nudo del estómago y de la garganta. Nada quiero hacer y nada puedo hacer, los días me aplastan como si se tratasen de pesadas cargas que tengo que arrastrar durante toda mi vida. No quiero seguir viviendo.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos.

Me convertí en un monstruo; en una especie de monstruo apartado y solitario que no podía ni articular palabra. Ya sólo quería estar arrinconada en mi cuarto, quería notar la ponzoña fluyendo por mis venas, cómo poco a poco perdía la parte humana que aún me quedaba y lo irracional se apoderaba de mí cada vez con un magnetismo más fuerte. Estaba enferma, sí, pero estaba enferma de todo y de todos; estaba demasiado rebentada, demasiado cansada, demasiado todo como para poder seguir sintiendo cosas por dentro. No podía articular una palabra, de mi boca sólo salían gemidos y suspiros lánguidos que me rebentaban el pecho al escalar por mi garganta. Todas las cosas que llevaba por dentro estaba haciéndome daño, muchísimo daño. Tenía un nudo en la garganta que me presionaba y me ahogaba recordándome que no era más que una basura, un monstruo, alguien irracional que nadie quería tener a su lado y por éso abandonaban a su suerte. Hubiese dado todo por una noche eterna, por veinticuatro horas al día en los que ni un sólo rayo de luz penetrase en mi habitación, porque cada uno de los milímetros que rozaba mi piel dolía como si la quemase. Quería una noche sin recuerdos, sin dolor, sin ojos hinchados de lágrimas, sin pesadillas, sin gritos...

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

Es extraño ver a todos continuando con sus vidas, y darte cuenta de que tú sigues estancada en lo mismo de siempre.

Todo está en calma. La gente que realmente merecía estar en calma ahora lo está. Las personas que verdaderamente se habían ganado el cielo con sus palabras ahora reposan tranquilas, ajenas a todo sufrimiento externo a ellos. Supongo que debería estar alegre, debería alegrarme por la tranquilidad y la paz que les concierne a todos; sin embargo, no puedo dejar de pensar en mí en un absurdo acto egoísta. No ceso de temblar, de casi rendirme y de coger el teléfono y pedir ayuda. Sé muy bien que no me prestarán la ayuda, pero sigo insistiéndome a mí misma, intentando autoconvencerme de que aún queda un poco de compasión repartida malamente. Ahora no quiero nada, ahora sólo quiero paz, quiero que todo esté en silencio, no salir de mis cuatro paredes, sufrir en silencio todo lo que llevo por dentro sin que haya nada ni nadie que pueda perturbar el torrente de pensamientos que de vez en cuando sale por mis ojos. Y es difícil, es difícil porque no hay fuerza que me empuje hacia adelante a continuar caminando por el sendero; es difícil porque me encuentro más sola y vulnerable que nunca. No conseguiré salir de ésto, simplemente lo acumularé como he hecho siempre en mi pecho, hasta que me acostumbre al dolor y no haya nada de lo que quejarme. Pero lo peor de todo se avecina por la noche, cuando todos los recuerdos me golpean la mente con fiereza, como si no quisieran dejarme dormir. No, quiero descansar, dadme las pastillas que pueda cerrar los ojos y pasar todo ésto rápido.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

Si aquí estuvieras sería feliz.

Hola, abuelo. Las cosas por aquí abajo no van bien. Me gustaría muchísimo tener ahora la fuerza que tú tuviste en su momento y has tenido durante toda tu vida. Me estoy obligando a comer, abuelo, ¿te imaginas? Yo obligándome a comer porque si no moriré. Llevo mucho tiempo con ésta tristeza encima y no me siento con la fuerza suficiente para afrontarla mucho tiempo más. ¿Cómo se sigue adelante, abuelo? Sé que ahí donde estás puedes leerme, y también sé que eres tú la mano que apacigua mi sufrimiento por las noches; sé que gracias a tu vigilancia como ángel de la guarda sigo viva. Ya no soy yo quien mata al tiempo, es el tiempo quien me mata a mí. Prometí no derramar más lágrimas, abuelo, y aquí estoy delante de la pantalla nuevamente herida; o mejor dicho, con una herida a medio cerrar que ha vuelto a abrirse con el tiempo. Me siento terriblemente sola, abuelo, ¿en el lugar en el que estás no existe el dolor? Llévame contigo. No tengo fuerzas para seguir afrontando la vida, me siento inútil y sin ganas de nada. No puedo salir de mi habitación. Enseguida me duele el pecho y siento como si me perforasen el cráneo con un taladro, por muchas pastillas que tome. No quiero hacer locuras, porque sé que tú no querrías ésto. Estés donde estés, por favor, abuelo, te suplico que me mandes tus fuerzas y no me hagas caer más en éste agujero negro. Por aquí te echamos mucho de menos. Te quiero.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

miércoles, 22 de mayo de 2013

Si te vas, me cortas las alas y dejo de volar.

Notar cómo una parte de dentro de ti se está pudriendo. Lo único que pueden hacer mis ojos, que están muy confusos, es derramar lágrimas, gemir, jadear, llorar, patalear. Me siento tan débil y vulnerable, como si fuese una muñeca de porcelana. Siento como si estuviese muriéndome por dentro. Una vez más, el mundo continúa girando y me arrastra con su arrogante y doloroso. No sé qué puedo hacer para mejorar las cosas, porque cada segundo que sigo viva es una tortura que me está destrozando lenta y profundamente. Tic-tac, las agujas del reloj se me clavan lentamente en el pecho y no me permiten continuar. ¿Por qué todo el mundo sigue hacia adelante y me lleva, y no se da cuenta de lo que sucede? Pecho hacia arriba lleno de aire, pecho hacia abajo vacío. Y no puedo hacer otra cosa que llorar, sentirme morir poco a poco y tener cada vez más pocas ganas de continuar con éste vacío existencial al que llamamos vida. Ni gritar, ni arrancarte la piel funciona. No saben el daño que me están haciendo. Nadie que se conmocione, cómo me quema el pecho y no puedo remediarlo. ¿Cómo pido disculpas? ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo seguir escribiendo cuando mis dedos ni siquiera me responden?

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

jueves, 16 de mayo de 2013

Prométeme que vas a ser fuerte.

¿Por qué me resulta imposible creer las palabras? ¿Por qué me es más fácil pensar que los halagos son regalos a mis oídos? Ahora me siento sola, terriblemente sola y horriblemente incomprendida; únicamente acompañada por el sonido de la música que reproduzco una y otra vez para disipar mis perturbados pensamientos. Ni siquiera puedo concentrarme para estudiar, y tampoco pensar con claridad. No sé qué me pasa por dentro, tengo ése clásico nudo de lágrimas en la garganta que es difícil reprimirme, pero no quiero romper a llorar porque no quiero despertar con los ojos rotos. Tengo la mente tan saturada y atascada de pensamientos que casi me resultaría imposible determinar con exactitud qué es lo que siento... Ni siquiera las canciones más tristes que encuentro en mi Playlist son capaces de calmarme. Quiero, necesito llorar. Escalofríos me recorren el cuerpo y ya sólo escribo memeces para terminar ésta entrada, porque no sé ni expresarme. ¿Cuándo va a terminar todo ésto, cuándo dejarán de doler las cosas, cuándo será todo del color que me prometieron? Sonará triste y patético, pero mi compañía es tan poco agradable para todo el mundo que ni siquiera aquella persona que me quiere desea estar conmigo. Es patético. No hago más que autocompadecerme y nada más. Triste, realmente es tristísimo.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

lunes, 13 de mayo de 2013

Es difícil resistirse a la oportunidad de empezar de nuevo, de dejar tus antiguos problemas a un lado.

Qué desesperación y agobio siento ahora. Qué ganas de gritar, mandarlo todo muy lejos y salir corriendo para volver a nacer de nuevo, para sentir cómo sería la vida desde un punto de vista que no duela. Daría muchas cosas para volver a ser una niña ajena a todos los problemas, risueña y a la que todo el mundo quería acercarse. ¿Cuándo decidió terminarse todo el cuento de hadas? ¿Cuándo me choqué contra la realidad? Quisiera liberarme de las ataduras del pasado, quisiera estar muy lejos de aquellas cosas que me pasaron y que me forjaron como persona, que me dibujaron insegura y triste. Pero no se puede, siempre estarán persiguiéndome y atormentándome, recordándome a cada día de mi vida que no soy feliz. Pensar en el pasado me pone nostálgica y hace que me duela un poco el pecho, como si mi corazón latiese con desmedida fuerza y quisiera salir de mi pecho a base de mordiscos. Cerrar los ojos y desaparecer, éso estaría bien por un tiempo. ¿Dónde se encuentran los genios de tres deseos? Me bastaría utilizar uno para ser feliz, para poder seguir caminando hacia adelante, para poder retomar ésas fuerzas que me flaquean y me fallan cuando más lo necesito. Un pequeño empujoncito, éso es todo lo que me hace falta...

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

Sonreír por la mañana después de llorar por la noche.

Lo que realmente necesito son fuerzas para aguantar todo ésto. Cuando hasta lo más impensable te falla, notas ésta desesperación corrompiendo tus venas, y es entonces cuando te faltan los medios para poder expresar lo que sientes al aire. Por mucho que intentes disimular es imposible, sabes que el error volverá a cometerse y que tu corazón se está volviendo oscuro con el paso del tiempo y las decepciones. Ésta vez no son decepciones con el entorno, son, como siempre, decepciones contigo misma, con tus actuaciones. Te prometes a ti misma poder seguir luchando hacia adelante, pase lo que pase y duela lo que duela, pero en el fondo, muy en el fondo, sabes que no podrás y que a la mínima te derrumbarás porque no eres fuerte ni hay nada ni nadie que te ayude a serlo. ¿Qué pensabas, que ésta ayuda con la que ahora cuentas estaría toda la vida? ¿Que aguantaría todos los golpes que quisieras darle? Cuando termina el cuento, nunca se cuenta qué sucede con los malos, si se rehabilitan y deciden ser buenos, o si se les da su merecido. Escribiré mi propio cuento en el que la mala soy yo y cuento lo que me pasa. Bienvenidos a todos.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

Las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Fluid, palabras; y salid de mí porque dentro hacéis daño. Transformad los sentimientos y pensamientos que hay en mi corazón en letras que puedan desvanecerse con facilidad, sacadme de la cárcel de cristal que se asemeja a una cabeza, aunque en realidad sea un banal intento de distraer a las demás personas. No sé qué más podría hacer para continuar hacia adelante sin ésa gran fuerza que he pedido y que era el motor de mi alma en camino. Dicen con bien de razón que no hay algo que duela más que tener que observar algo que te lastima, y tener que seguir sonriendo como si de nada se tratase, como si no importase. Volveré a ser la actriz de mi propio espectáculo, de una obra que jamás se representará y que nadie acudirá a ver porque no es interesante, ni produce curiosidad alguna, ni es algo que cause cierto furor. Paso desapercibida entre millones de personas que continúan caminando por la vida como si nada fuese con ellos. He caminado entre los escombros del daño que me han provocado y no he sabido hacerme fuerte a partir de ellos, no he podido aprender ni de mis errores, ni de los ajenos; no he sido capaz de superar el hecho de estar sola y tener que soportar que quizás yo no esté hecha para estar acompañada jamás, sino que más bien soy un alma solitaria viajando por todo éste espacio que nadie visita.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

Levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Prometo que intenté darlo todo. Que las cosas no salieron como yo esperaba, que quizás un par de veces se me torcieron y perdí los papeles y la consciencia, pero no fue por mi culpa; porque yo intenté en vano darlo todo. Ofrecí lo que tenía, lo que no tenía y lo que podía haber tenido. Sacrifiqué mi cuerpo de ensueño, todas mis ganas de continuar para transformarlo en lo que yo quería para tenerles contentos. Lo di todo y me quedé tal y como estoy ahora, sola y con las manos vacías. Recibí indiferencia a cambio, recibí ésa soledad con la que tanto había temido desde siempre, me reencontré con mi yo solitario, volví a ser la de siempre, a sentirme como aquella chica que en realidad no merecía más de lo que le habían otorgado. Y volvían ésas ganas irrefrenables de meterme bajo las mantas y no salir nunca más a enfrentarme al mundo exterior. Era pena lo que me envolvía; era, como siempre, aquella amarga certeza de haber hecho las cosas mal y no saber de qué forma pedir disculpas, y qué más daba, porque no iban a ser aceptadas pasara lo que pasara. El no querer volver a enfrentarme a la vida de ninguna forma, el sentirme indefensa ante todos los tipos de peligros que pudiesen rodearme, ése era el miedo que afloraba en mí y se convertía en un capullo por dentro. Antes podía sentirme protegida, antes no había nada que me preocupase o que turbase mis pensamientos, ahora me siento... sola. Como en realidad siempre he estado.


Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

viernes, 10 de mayo de 2013

Que se convirtieron en murciélagos mis mariposas.

Saber que decepcionas. Saber que has llegado a doler tanto como otra persona lo ha dolido para ti. Éso es lo frustrante. Pero peor todavía es no saber sacarlo, no saber expresar la decepción y el temor que llevas dentro y tener que callártelo y aguantarte las ganas de salir corriendo y llorar. Por primera vez es cuando te sientes sola en ésa compañía en la que no te sentías sola; por primera vez sientes miedo, por primera vez las cosas no están tan seguras como tú pensabas. Es cuando te sueltan el palazo cuando te das cuenta de que la realidad es más fría y dura de lo que pensabas, a veces hace falta un pequeño empujón para poder ver las cosas tal y como son, o simplemente necesitas ayuda para dejar de actuar tan mal como actúas. Ése momento en el que las cosas estallan es cuando te das cuenta de que algo tiene que parar: el tiempo se tiene que detener, el corazón tiene que dejar de latir o algo así, y tienes que hacer lo que sea por pararlo o acabarías ahogada en tus propias conclusiones. Pero no, como siempre, una vez más, el mundo se ve obligado a continuar girando impasible y sin tener constancia de las circunstancias personales de cada uno, y continúa. ¿Qué habrá detrás de las lágrimas que me acabo de guardar? ¿Irán a parar a algún lugar secreto en mi interior del que yo no tenga constancia?


Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

martes, 23 de abril de 2013

En silencio me aferro a lo que un día fui.

Una retirada a tiempo también es una victoria. Saber cuándo tienes que apartarte de enmedio porque molestas también es acertar, es ser valiente y admitir que hay ciertas cosas que no pueden ser. Yo hace tiempo que admití que he nacido para estar sola, para no tener amigos ni amigas, para estar condenada a fingir todos los días la misma sonrisa, actuando como la persona que no soy y ante situaciones que no me gustan. Pienso en todo el tiempo que me queda de estar así y lo único que me apetece es confinarme en una celda hasta el fin de mis días. Sé que no debería hablar así, sé que hay muchas cosas que me están esperando ahí fuera, y que muchos dirán que soy joven aún para amargarme, pero no quiero seguir andando hacia adelante sin obtener nada a cambio. He pasado la vida haciendo hechos sin obtener resultados, dándolo todo a cambio de nada, sintiéndome sola a cada minuto teniendo que fingir ése dolor del que soy partícipe todos los días. ¿Por qué duele tanto la soledad? ¿Por qué nos afecta tanto el tener que enfrentarnos a nosotros mismos? Llevo demasiado tiempo con mi única compañía y ya puedo decir que soy desagradable para cualquier persona y que comprendo que nadie quiera acercarse a mí, ni siquiera para hablar de cualquier tontería en particular y matar el aburrimiento. El Invierno de mi vida es triste y no sé cómo apagarlo.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

He dejado de creer que en algún momento las cosas se arreglarán.

Decepción tras decepción, una tras otra, sin parar; todo por tener demasiado altas las expectativas. ¿Qué espero de la vida, qué espero de los demás, qué espero de mí misma? ¿Por qué nada sale como yo lo deseo, aunque ponga mucho empeño, ganas y todo mi deseo? Estoy harta, cansada, frustrada, demasiado dolida como para seguir adelante, pero mis palabras no sirven de nada si sé que pase lo que pase deberé seguir caminando en el sendero de la vida porque, en realidad, no quiero quedarme atrás. Aún tengo muchas cosas por vivir, muchas cosas por hablar y muchas cosas que contar a la vida. ¿Será verdad o será que estoy condenada siempre a ser ésa niña solitaria, a la que a nadie le interesa ver ni con la que nadie desea hablar? ¿Desaparecerá alguna vez éste miedo a seguir avanzando? ¿Alguna vez podré hablar con la gente sin ése miedo a ser juzgada? Preguntas y más preguntas que se me amontonan en la mente y no sé sacarlas, ni ponerlas en orden, ni nada. Tan sólo me sale dormir y poder olvidarme de todo lo que me rodea durante unas horas. Ésa sensación de que siempre habrá alguien por encima de ti, de que hagas lo que hagas siempre habrá alguien mejor, alguien que te superará... es tan horrible que me cala en los huesos. No puedo dejar de pensar en cómo habría sido mi vida si no hubiese tomado ciertas decisiones y hubiese cometido ciertas equivocaciones. Porque por mucho que me lo prometa a mí misma y a los demás, no puedo mejorar. Estoy condenada a hundirme en éste pozo sola, en silencio.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

lunes, 15 de abril de 2013

Los que estamos acostumbrados a la soledad somos los únicos que valoramos la compañía.

Tener el constante sentimiento en la cabeza de que las cosas jamás se arreglarán es totalmente frustrante. No poder avanzar hacia adelante, tener ése  miedo permanente a los demás, no poder hablar sin que te tiemblen las piernas, es horroroso. Estar tan sola, la soledad te carcome y en realidad lo que más quieres es compañía, pero cuando estás acompañada te encuentras tan incómoda que no puedes ni hablar con normalidad. ¿Cómo se supone que he de avanzar, cómo puedo recapitular y andar hacia adelante sin que nada me afecte ni me duela? Llevo demasiado tiempo pidiendo una inmunidad que creo que jamás me van a otorgar, y éso me quiere frustrar de nuevo. No puedo hacer nada para evitarlo y quizás sea que esté condenada siempre a estar así de sola, quizás es que mi mente es tan compleja que no pueda permitirme ni siquiera tener una mísera compañía a mi lado. Todos los problemas están divididos en dos, tampoco puedo comprenderlos ni hacer de ellos mis aliados para conseguir lo que quiero en la vida; tal vez tengan razón y esté condenada para siempre a ser un fracaso permanente, algo que no merece la pena mirar a la cara siquiera. No quiero fingir más sonrisas...

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

Mis sueños me mienten y yo odio las mentiras.

Parar en seco, cerrar los ojos y notar cómo ése sentimiento te va invadiendo y reconcomiendo poco a poco por dentro. Notas que todo alrededor gira y tú estás estancada en el mismo paso de siempre: ahí, quieta, sin desarrollarte, sin vivir nada, simplemente en un estado de espera constante del que por mucho que quieras y te intereses no puedes salir. Y ya en lo único que se basa mi vida es en fingir y actuar, como si fuese una mera representante de una función que se está desarrollando constantemente, y de la que yo no puedo cambiar el guión. Imagino durante horas y horas mi vida perfecta, imagino cómo comportarme, cómo responder a las preguntas de la gente, imagino mi aspecto, lo imagino todo, pero luego me cruzo con la cruda realidad y todos mis sueños se van al garete, y éso duele. Porque a la hora de la verdad nadie es tan valiente que sepa representarse a sí mismo, porque estoy cansada de ser yo misma y que me hayan menospreciado y tratado como alguien enfermo, alguien inferior e incapaz de mostrar sus verdaderos sentimientos. Quisiera negar todo lo que digo y sacarlo hacia afuera pero ya me es imposible porque me he quedado para siempre enclaustrada en éste papel de niña feliz que no me gusta nada representar... Estoy hablando de nada.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

miércoles, 10 de abril de 2013

No hay peor sentimiento que el de pensar que eres la culpa de todos tus problemas.

Fingir. Fingir que nada importa, que nada duele, que eres una pared infranqueable y que todo es producto de una imaginación puramente dotada. Actuar como si te trataras de una actriz en una película interpretando un papel día tras día, cansada de tantas decepciones, de tanto dolor, de tantas lágrimas, de tanta vida vacía sin nada con lo que llenarla. A primera vista todo es fácil, resulta fácil cuando sólo se trata de fingir cuando tienes que teclear unas simples palabras llenas de crudeza, siendo camufladas como si se trataran de unos soldados en una trinchera. Pero luego llegarán los peores pasos, luego llegará el momento de actuar en persona, de fingir ésa sonrisa que se clava en el corazón y mata poco a poco como si fuese un veneno. Luego estarán todas aquellas veces en las que me meta debajo del edredón a llorar y preguntarme por qué sigo hacia adelante si ya no tengo ningún motivo, si me encuentro más sola y desesperada que nunca y me hallo sin ganas de continuar actuando como la persona que no soy. Me pregunto si llegará el día en el que esté sola de verdad y no tenga que fingir, el día en que pueda encerrarme en mi casa tranquilamente y llorar hasta que me duelan los ojos y matarme de hambre y de sueño, no tener que hacer nada, no tener que decir nada. Encerrarme en mi propia jaula para ser libre como un pájaro, libre de poder llorar todo cuanto quiera y como quiera, sin tener que ocultarle mi cara a nadie.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

viernes, 4 de enero de 2013

Muchos de mis pensamientos siguen intactos, tras los impactos... ¡no quiero sufrir!

Ya no sé ni qué hacer para hacer las paces con los gusanos de mi cabeza, con los parásitos que enferman mi cuerpo. Sólo soy otro cuerpo más que vaga por la vida y no encuentra su lugar; será que sólo soy una adolescente incomprendida que tiene miedo de seguir con ésto que la gente llama "vida". Pero lo que no saben es que ésto... ésto no es vivir. Ésto es una sucesión de instantes que siempre dolerán. Y cuando crees que ya jamás volverás a llorar o a sentirte como antes te has sentido, es cuando todo llega, todo pasa, pero nada cambia. Te das cuenta de que ése sentimiento arraigado siempre estará ahí contigo, siempre te agarrará y te atraerá hacia su agujero oscuro de dolor. Y por mucho que te empeñes, por mucho que te sulfures, grites, te pegues, por mucho que lo intentes, siempre volverás a sumirte en él. Sola. Completamente sola. Porque nadie sabe que estás dentro y nadie moverá un dedo por sacarte. A todo el mundo le da miedo sumirse en él, todo el mundo se retorcería del asco antes de entrar para sacarte. Quizás es que yo tampoco quiera que entren, quizás es ésa horrible manía que tengo de hacer daño a la gente que me rodea a pesar de que ellos quieran lo mejor de mí; quizás es que estoy exigiendo demasiado, pero al menos ya sé lo que quiero: quiero ser perfecta y morir.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

Nadie nota tus lágrimas, nadie nota tu tristeza, nadie nota tu dolor, pero todos notan tus errores.

Estoy tan cansada de mi piel, estoy tan rota, tan hueca, tan dañada, que no sabría ni cómo explicarlo. Me quedaría tan grande éste disfraz de valiente que tengo miedo de ponérmelo un par de veces más. Pero hoy he decidido que es el día en el que todo cambiará; seré la persona que siempre he querido ser, lo sé, porque puedo combatir contra ello, porque puedo tener fuerza de voluntad y hacerlo por mí, por darme al menos una pequeña alegría en mi vida. Porque sé que pase lo que pase ése monstruo que hay dentro de mí estará conmigo siempre y nunca me va a fallar, siempre que necesite de su apoyo y de su frío estará allí para congelarme y advertirme. Seré ésa persona que siempre he querido ser, podré dibujarme en la cara una sonrisa cuando me vea en el espejo y podré hacer felices a las demás personas que me rodean. Me libraré de ésta carga pesada que arrastro en las espaldas y podré decir adiós a todo lo que me duele, podré dejar de fingir, podré caminar sin miedo a romperme los huesos con cada paso que doy. Hoy es el día en el que mi sufrimiento terminará pero empezará una carrera contrarreloj que yo solamente sabré librar. Será un camino lleno de piedras, de obstáculos, de dolor, de miles de lágrimas y pocas sonrisas, pero puedo asegurar que merecerá la pena recorrerlo, sobre todo porque ya lo he intentado recorrer un par de veces antes. Seguiré hasta el final, cueste lo que cueste. Y lo haré por mí. Porque es lo que más quiero y he querido siempre en el mundo.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~

La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.

Vida, llévate todo ésto que me estás ofreciendo. Llévate todos mis problemas, te los cambio por el peor castigo que tengas preparado para el peor asesino del mundo. Llévate también los pensamientos negativos, el dolor del pecho, el nudo en la garganta que acumula lágrimas, llévate también mis costillas, llévate todo lo que quieras pero retírame el velo del dolor que me sacude todas las noches. ¿Todo el mundo hace éste tipo de cosas? Quiero saber que a todo el mundo le pasan y que no soy el único bicho raro que aprovecha la ausencia de la presencia por las noches para hundirse debajo de ésas sábanas suaves y dar rienda suelta a todo lo que duele, a todo lo que no importa, a todas ésas lágrimas que han sido sostenidas durante el día para perderse en la oscuridad; o que simplemente han sabido esconderse debajo de un chorro de agua. Ésas mismas que después te limpias como si fuesen un cáncer y sales a la calle con la cara hinchada pero sonriente, fingiendo felicidad, sabiendo que ya todo está en calma pero el corazón sigue sucio y maltrecho, palpitando como buenamente pueda. Ha habido muchos días en los que he deseado morir, e incluso aquellos que todo el mundo pensaría: "Hoy está feliz, hoy no ha pasado nada, hoy todo está en calma", por dentro, mi interior andará gritando y suplicando morir. Morir. En ése sentido de la palabra. Suene lo duro que suene. Morir. Morir sin importarme el mañana, el hoy, ni nada.

Follow me on Twitter ♥

Intentar escapar de los malos pensamientos es ir a buscarlos.

El nudo de la garganta me quema, me hace astillas, me enseña a convivir con él, me enseña que la vida nunca es del color que nos dicen que es, que siempre hay algo oculto detrás de ésa sonrisa, aunque nadie sea capaz de verlo. Lleva conviviendo conmigo muchísimo tiempo, y aparece desde el primer bocado del desayuno hasta la noche en la que cierro los ojos y no me puedo dormir porque estoy demasiado tiempo pensando en ésas cosas. Ya nada puede ayudarme, creo que me he quedado sin corazón, creo que tengo el pecho vacío y no sé por qué. Se supone que debería ser feliz, se supone que tengo todo lo que quiero y podría necesitar, se supone que soy ésa niña a la que nunca le falta nada. Una niña malcriada y consentida, una niña que hace daño a los demás y se hace daño a sí misma sin saber muy bien por qué. Una niña que ya no sabe en qué idioma pedir perdón ni en qué idioma educarse para no volver a repetir los mismos errores, para ser cada día más fuerte, para pedir ayuda cuando la necesita. Necesito ésa fuerza ahora mismo, ésa fuerza que me haga pensar: "No, no pasa nada, no tienes que mal pensar acerca de nada, sólo es una forma de hablar"; ésa fuerza que la persona que yo más admiro tiene y que yo soy incapaz de adquirir por mucho que me lo proponga una y mil veces. Éso es lo que necesito. Necesito arrancarme una lágrima ya, por favor. ¿Ya? ¿Ya? ¿Ya...?

Follow me on Twitter ♥

Las sonrisas más deslumbrantes esconden los secretos más escandalosos.

Quiero ser perfecta. Hacía mucho tiempo que lo había decidido, pero nunca lo había querido con tanta fuerza como ahora. Quiero ser perfecta; sí, éso quiero ser. Quiero ser ésa niña que no aparenta tener ningún problema, aquella persona que tiene un cuerpo, una cara, un carácter, una forma de ser, perfectos. Quiero arrojar todos mis defectos -que son muchos- por la borda y que nadie se dé cuenta de ellos. Quiero saber esconder todo ésto que hay dentro de mí y que siempre me empeño en sacar hacia afuera, como si éso fuese a aliviarme un poco. Quiero saber tragarme éste nudo que hay en mi garganta, hacer todas ésas cosas que siempre me hubiese gustado hacer, poder dejarme arrastrar por el ruido que hay en mi cabeza y cerrar los ojos tranquilamente. Quiero hacerlo todo y a la vez no quiero hacer nada. Quiero que las cosas no me afecten, no ser tan sensible, tener una coraza de hierro muy fuerte que me haga no pensar y me proteja de todos los golpes que vienen del exterior. Saber cambiar de tema en mi cabeza cuando haga falta, poder bastarme a mí misma... poder tomar una ducha sin romper a llorar debajo del agua, éso es todo lo que pido. Llevo demasiado tiempo pidiéndolo pero ahora sé de verdad lo que quiero, quiero morir y quiero ser perfecta.

Follow me on Twitter ♥

Hay que saber a quién llorarle y sonreírle en la vida, no todo el mundo merece las dos cosas.

"No llores, sé fuerte", éso es lo que se dice en los recovecos de mi mente. Pero son tantas las decepciones que he arrastrado y que me he guardado que ya no sé dónde hacerles sitio. Hoy es uno de ésos días en los que te taparías entera entre sábanas y dejarías que el tiempo pasara hasta que se borrase todo el dolor. ¿Por qué nunca se sabe la procedencia de ésta calma incierta que me inunda? Por saber que nunca seré lo suficientemente buena, por no saber luchar por aquello que ansío, por ser una persona débil de corazón y de carácter, por ser un saco de huesos y piel fingiendo caminar mientras todo está bien, fingiendo que es la típica chica risueña a la que todo le va bien y en realidad hay más de lo que se ve con la mirada. Ni siquiera sé lo que hacer ahora, no sé cómo comportarme, cómo dibujarme una sonrisa ni qué decir para que parezca que las cosas van como deben ir. Ni siquiera consigo arrancarme una mísera lágrima que me lave el alma, quiero hundirme en éste daño y no salir nunca, pero no herir a los que me rodean. ¿Cómo se hacen las cosas? ¿Qué está bien, qué está mal? ¿Está mal entregarse a las personas, está bien encerrarte en ti misma sin esperar nada de nadie? Me tiemblan los dedos y quiero seguir escribiendo, quiero seguir adelante. Por favor, sea lo que sea lo que haya, que me dé fuerzas para seguir aguantando y fingir ésta obra de teatro que tiene de nombre "vida".

Follow me on Twitter ♥