-

Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, ¿vale? Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello y punto.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

En las cenizas del fracaso está la sabiduría.

Llega un momento en el que estás tan harta de todo que no encuentras las palabras para describir cómo te sientes. Los días son ya una insípida y aburrida rutina de la que te sientes incapaz de seguir luchando por escapar de ella... Simplemente te resignas a ser atrapada otra vez. Te encuentras ya tan cansada de pensar y pensar que lo único que necesitas es dormir; poder dormir y olvidar todos los pensamientos que perturban tu mente y que te acosan a todo momento. Tú misma sabes que no estás bien; que, por una parte, tu cuerpo se está resintiendo y que tu salud está empeorando, y que, por otra, tu mente tampoco está bien. Sólo necesitas un estímulo que te ayude a salir de la mala racha que estás pasando: un cine, un paseo por el campo, una cena... Al fin y al cabo, todos lo han descrito así: una mala racha. ¿Cuánto duran las malas rachas? ¿Cuándo se va a acabar todo ésto? Y siempre que te lo preguntas, otro día se acaba consumiendo. Y tú sigues con la certeza de que aún te queda mucho tiempo que pasar así. Y entonces pasa otro día, y otro, y otro más... Y, aún así, sigue igual todo. Y entonces te das cuenta de que lo único que necesitas es compañía. Justo éso. Miras a tu alrededor y lo único que ves es a gente con sus grupos de amigos ya formados: salen de fiesta, se echan miles y miles de fotos, se dedican miles de tablones y estados, se comentan mil veces... Y tú, que no has sido capaz de encajar en ningún sitio, ya lo das por perdido. Porque durante mucho tiempo intentaste encajar en algún sitio, pero todos estaban tan cerrados que no quisieron aceptarte. Antes solías achacarle las culpas a los demás: decías que todos eran desagradables, antipáticos y elitistas. Pero, por suerte, reaccionaste y te diste cuenta de que no todo era como tú pensabas; estabas totalmente equivocada. El problema no eran los demás, sino tú. Eras tú la que causaba todas tus propias desgracias, eras tú sola la que, culpando a los demás, no te dabas cuenta de que en verdad eras tú la que no lograba encajar en ningún sitio por ser como eres. O, más bien, por no serlo. Porque eres incapaz de mostrarte como eres, lo has sido mucho tiempo, por miedo y temor a ser rechazada. Éso sólo demuestra lo que soy, una vez más: una cobarde.

Follow me on Twitter ♥

sábado, 19 de noviembre de 2011

Es irónico cuánto puedes estar equivocada sobre una persona.

Estoy harto de que me digas que estás triste. Estoy harto de verte triste todos los días. ¿Sabes qué es lo que más me fastidia? Que yo sería capaz de ofrecerte todas las cosas que él no puede. Podría quererte infinitos millones de veces más que él, podrías verme todos los días, podría romper tu soledad y estar siempre contigo, abrazándote, acariciándote, escuchándote hablar. Yo prometo que estaría siempre allí contigo, como ahora lo estoy, para que nunca más estés triste y para que nunca más pienses que estás sola en éste mundo tan grande. Sería capaz de dejarlo todo por ti, por estar contigo, porque tú me quisieras igual que lo quieres a él. ¿Sabes lo que estaría dispuesto a dar porque suspirases de ésa forma por mí? Me es imposible partirme por dentro cuando te veo pegada a la pantalla esperándole, o aferrándote al teléfono con la fe de que te llame... cuando sabes que no lo hará. Y tú también sabes que éso no se le hace ni se le dice a una persona que supuestamente te quiere. Sabes lo sola que te sientes estando con él, sabes que me necesitas a mí, que yo puedo quererte y hacerte feliz todas ésas veces que él no lo ha conseguido. Sabes que siempre he estado allí para cuando me has necesitado; para cuando has necesitado una caricia, un abrazo, un brazo en el que apoyarte para no romper a llorar. ¿Sabes qué? Yo hago todo éso con gusto... Porque te quiero, ¿sabes? Y estaría dispuesto a aguantar miles de noches más como ésta, porque lo reflejas todo para mí. Creo que sin ti me encontraría muy perdido. Has sido algo más que una ayuda y que una amiga, has significado para mí muchas cosas y has despertado en mí el lado que ya creía olvidado y perdido. Me muero por tenerte entre mis brazos y poder decirte al oído todo lo que me haces sentir cuando sonríes. Pero también podría enumerarte todo lo que provocas en mí cuando lloras por él, o cuando dices que le amas y que ofrecerías tu alma al mismísimo diablo para que estuvieseis juntos. Pero no me importa, ¿sabes? Porque yo siempre estaré aquí para ti. Te quiero.

Follow me on Twitter ♥

viernes, 18 de noviembre de 2011

Sentirte atrapada en tu propio mundo irreal, del que sabes que tarde o temprano saldrás, pero no quieres hacerlo.

¿Qué pasa cuando crees que has llegado al límite de lo que tu mente podía soportar, cuando quieres estallar en mil pedazos, pero aún así sabes que tienes que seguir hacia adelante pase lo que pase? ¿Qué pasa en ésos momentos en los que dices: "Ya está bien, por favor, que todo termine de una maldita vez", pero sabes que aún queda mucho tiempo -días, semanas, meses, quizá años enteros- para que todo se acabe para siempre? ¿Qué pasa cuando tienes casi la certeza de que te vas a quedar así para siempre, y tienes miedo de seguir sufriendo? Pensaba que mi nueva vida iba a ser fácil de llevar, que a partir de ahora todo sería cuesta abajo, que ahora me vería mejor físicamente, que sabría relacionarme con las personas, que haría nuevos amigos y amigas, que me iría mejor en los estudios... Como siempre, colgando de un sueño, me hice demasiadas ilusiones bonitas, y ninguna se ha cumplido. Pero lo que sucede es que nunca me rindo; y no es que no me rinda nunca porque no quiero, es simplemente que no se puede, es un privilegio que, al parecer, no me he ganado. Y estoy muy harta y muy quemada de las situaciones, así no se puede vivir. Llevan demasiado tiempo prometiéndome que me van a curar, que con ayuda todo ésto se resolverá y no tendré que pasar por ésto más veces, que mi visión de la vida va a cambiar cuando todo se resuelva, pero no se resuelve... Y pasan los días, y yo sigo aquí encerrada como una simple observadora: observando cómo los demás hacen sus vidas, se lo pasan bien, ríen, juegan, salen a bailar, se hacen fotos o graban vídeos, crean sus elitistas grupos de amigos... Pero luego me freno y pienso en mí: ¿qué tengo yo? Hace mucho tiempo que no tengo una amiga de ésas "especial", a la que se lo cuentas todo, todo lo que piensas, quién te gusta, si has discutido con tus padres, si te salen mal los ejercicios de Matemáticas, qué comida es tu preferida... Siempre intento currármelo y nada, todo sigue igual que siempre. [...] Lo último que me dijo mi abuela fue: "Tú lo que necesitas es cariño".

Follow me on Twitter ♥