-

Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, ¿vale? Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello y punto.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La marea trae el agua, pero sólo deja la espuma.

Qué sientes por dentro, cómo te mueres, qué te provoca la oscuridad, cómo incluso estando realmente rodeada de gente puedes sentirte como si no hubiese nadie contigo en ése mismo instante. Son asombrosas algunas cosas, ¿no? Cómo podemos pasar de la risa al llanto en cuestión de segundos, cómo nuestra vida es tan frágil que se nos puede quebrar en mil pedazos en un brevísimo espacio de tiempo y no sabemos qué hacer con los pedazos que nos quedan cortándonos de entre las manos. Y cuando piensas que nunca jamás volverás a estar triste, que has alcanzado ésa felicidad (aunque sea poquita, muy muy poquita, soy capaz de conformarme con ése pedacito tan pequeño), aunque te armes de ésos pensamientos positivos siempre habrá algo incompleto dentro de tu cuerpo, siempre estará ésa pequeña parte que te tirará hacia el abismo y en tardes como ésta. Y aunque puede que sea verdad éso que dicen de "es sólo un mal día, no sólo una mala vida", hay días en los que desearías taparte con una manta hasta las orejas, apagar el teléfono móvil, apagar la mente y apagar el mundo para poder armarte de fuerzas y poder esbozar al día siguiente la sonrisa de: "Soy una chica del montón, no te fijes en mí". Ése miedo a fallar que recorre las venas constantemente y late al lado del pulso, éso que no se puede apartar por mucho que te empeñes. Éso es lo que hay ahora mismo. Las pocas fuerzas estampadas contra el suelo, y el miedo de perderlo todo a una carta.

Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~