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Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, ¿vale? Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello y punto.

lunes, 15 de octubre de 2012

Hay que aprender a darles a las personas el mismo valor e importancia que ellos nos dan.

Me convertí en una especie de monstruo por dentro. Algo creció en mi interior y no me dejó desarrollarme con normalidad. Algo que me hacía levantarme con un nudo doloroso en la garganta después de no haber pegado ojo en toda la noche, algo que hacía que la comida se hiciese ceniza en mi boca y al tragar no supiese a nada. Me dedicaba a sentarme, a observar a los demás como si fuese una mera inquisición del destino, como si a mí nada me atase a los demás. Yo no era nada, era una estatua de mármol en un jardín lleno de flores bellas que se regocijaban entre ellas. Miraba, contemplaba y aprendía, constantemente. Aprendía de los pasos de los demás, de sus errores, pero yo jamás cometía los míos propios. Carecía totalmente de vida, era un ser inerte dedicado puramente a la investigación. No quería compañía de ningún tipo, no quería mantener contacto humano con nada ni nadie, era horrible. Cuando caminaba bajo el Sol éste quemaba mi piel con fiereza y yo lo soportaba porque ya estaba acostumbrada y no era nada nuevo. Era lo único que me provocaba la certeza de estar viva, el Sol era la única seguridad que tenía de que no había muerto. Por muchas veces que se escondiese de mí y me dejase a solas con la Luna y sus pesares, el Sol siempre saldría y me ayudaría.

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1 comentario:

  1. No recuerdo cómo llegué aquí, pero llegué. Un post de 2012!
    Es muy bello este texto y en parte me siento identificado, sobre todo en ciertas épocas de mi vida, con lo que no predico es con el título.
    Saludos

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Nubes de papel.