Días, días consumiéndose, y éso es lo único que puedes ver a tu alrededor. Ya has intentado miles y miles de veces de abrir una entrada y ponerte a explicar lo que te sucede, pero es tan monótono y repetitivo quejarte siempre de lo mismo que hasta tu propia saciedad te llena. Monotonía, rutina es lo único que hay a tu alrededor, y éso que aún no han empezado las clases y no he tenido tiempo de estresarme. Los días se consumen al tiempo que tú, es como si fueseis hermanos gemelos y uno fuese de la mano del otro; el tiempo te arrastra a su declive inevitable. Mires donde mires sólo obtendrás lo mismo, una obsesión que perturba tu día tras día y no te queda más remedio que alimentar. "Alimentar". Qué irónico, ¿verdad? ¿Cuántas veces en un día hemos dicho: "No puedo más", pero, aún así hemos tenido que continuar andando hacia adelante, como si nada pasara, como si a nadie le importara? Y vamos perdiendo a nuestras personas más queridas por el camino, y los días se convierten en una especie de vorágine extraña que te amarga y te exprime hasta el último mililitro de vida que te pueda quedar. Ya sólo conoces una rutina: comer, comer, notar cómo tu estómago se hincha de comida, y luego vuelves llorando al cubo donde lo vomitas. Crees que vomitas tanto que morirás. Te quedas ciega y no puedes continuar avanzando, crees que todo está perdido, pero tienes que levantarte, levantar tus huesos que, aunque sean pequeños, aún tienen que dar para mucho, y tienes que tener fuerzas para cerrarle la puerta a ése mundo exterior que se empeña en ayudarte y al que tú no piensas dar tregua. Al fin y al cabo, él nunca te dio tregua a ti...
Follow me on Twitter ♥
Ask me in FormSpring :D
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nubes de papel.