-

Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, ¿vale? Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello y punto.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Nos dan libertad pero nos dicen cuándo usarla.

El camaleón es un animal capaz de camuflar su piel con la del entorno para protegerse de los depredadores y así asegurar su existencia. Un camaleón nace sabiendo cuándo y cómo usar ésta útil característica. Pero, por desgracia, los seres humanos nacieron sabiendo nada de nada. Aunque quizás haya algo en lo que guardemos parecido con éste curioso animal: las personas somos capaces de disfrazar nuestras ideas, nuestros pensamientos, nuestras propuestas, todo ello con la única pretensión de sobrevivir a los demás. A lo largo de mi corta vida, me he cruzado con bastantes personas quizás un poco camaleónicas: cambiaban a su gusto su forma de parecer y de ver las cosas por el simple deseo de aceptación y supervivencia entre los demás individuos. Creo que jamás me hubiese ansado de escuchar a ésas personas decir barbaridades. Cuando las miras atentamente, puedes contemplar con pulcritud cómo sus gestos les delatan: miradas rápidas y audaces, que recorren con veloz nerviosismo los rostros de los demás buscando algún atisbo de aceptación y comprensión hacia las palabras que pronuncian. En realidad, y aunque cueste creerlo, siento lástima por éstas personas, por su situación. Ciertamente, una vez me dijeron que una persona cambia porque ha sufrido y aprendido lo suficiente como para hacerlo. Me pregunto qué es lo que habrá dentro de ellos -aparte de un montón de tripas y órganos sin orden, por supuesto-, me pregunto cómo se originan ésas inseguridades -idénticas a las mías, por otra parte-, y cómo ésas personas intentan combatirlas. Sería completamente fascinante que todos dijésemos en cada momento lo que está pasando en ése instante por nuestras mentes; incluso llegaría a ser curioso, pero también temo que a veces resultaría desagradable e insultante. Las personas camaleónicas buscan incansablemente el puzzle donde encajar, donde poder sentirse a gusto, felices, en un sitio cuya confianza les inspire autoestima y agrado. No saben que, si siguen con ésa actitud poliforma, encontrarán muchos pedazos de puzzles -totalmente contrariados- imposibles de unir. Y éso será lo que les perjudique. Pero, no sé, hay veces que es inevitable el decir lo que no piensas para agradar a alguien -¿quién no lo ha hecho?-, simplemente para no encontrar la camorra que no buscabas, simplemente para hacer sonreír a los demás, o simplemente por ser aceptado. Como las personas camaleónicas.

Follow me on Twitter ♥
Ask me in FormSpring :D

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nubes de papel.