-

Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo, ¿vale? Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo, ve a por ello y punto.

lunes, 2 de abril de 2012

Ésas ganas de gritar lo que siempre callaste.

Hundimiento. Los medicamentos ya no me afectan y los días me aplastan como bloques de hierro forjado que se caen encima de mí con fuerza. No puedo más. Ya sé que he dicho miles de veces ésto, pero es que no puedo realmente más. No quiero continuar con éste nudo doloroso en mi garganta. Ya no sé ni lo que quiero hacer, y tampoco sé lo que quiero que pase. Al menos, antes lo tenía bastante claro, tenía un objetivo que quería perseguir y que necesitaba conseguir, que estaba dispuesta a todo por ello. Pero, por desgracia, las ilusiones me fueron arrancadas de cuajo enseguida. ¿Y quién me las arrancó? Yo, yo y yo misma. A la gente que me rodea le duele la boca de decirme que la solución de mis problemas está solamente dentro de mí, pero no es cierto, porque no puedo encontrarla. Y la necesito, necesito encontrarla a la de ya porque estoy cansada de luchar y estamparme contra un muro. Quiero liberarme de éstos pensamientos internos que me duelen y me perforan el pecho con crueldad. Quiero ése optimismo que me rodea, pero no quiero el artificial, quiero uno de verdad. Felicidad en estado puro, éso es lo que necesito. Estoy cansada de la soledad, de no tener amigos, de estar sometida a algo a lo que no quiero. Vuelvo a querer nacer de nuevo. Y a ansiar todas ésas cosas que se me niegan. Las frustraciones me carcomen por dentro y es imposible moverse en su masa de petróleo negra. Asquerosamente cierto todo, y no puedo cambiarlo. Es increíble el asco que puedo llegar a darme a mí misma por no ayudarme a resolver un estúpido problema de relaciones con los demás. Pero es que me siento sola, me siento poco querida y vacía, me siento como si todos a mi alrededor siguiesen hacia adelante felizmente y yo me quedase estancada en el mismo sitio y no pudiese avanzar porque me fuese imposible. Porque éso es lo que sucede. Necesito mucha ayuda y mucho apoyo; en exceso, por desgracia. Y es algo que nadie está dispuesto a prestarme, y no les culpo, porque yo también entendería la dureza de la situación y tener que soportar a una persona encerrada en sí misma y amargada. Pero, por desgracia, no puedo evitar mantener la fe como siempre, tener que mirar hacia adelante como si nada pasara, tener que fingir ésas sonrisas siempre para evitar hablar de mis problemas. Necesito ayuda, o más bien, alguien que esté dispuesto a ayudarme. Echo de menos los tiempos en los que era una niña pequeña y mi mayor preocupación se basaba en escoger el color de la camiseta que quería ponerme ése día. Necesito ayudarme a mí misma, necesito a alguien que me enseñe a ayudarme a mí misma. Palabras de ánimo, estoy cansada de escuchar las mismas que me dicen que el problema está en mí misma, que coma para remediarlo, o que debería sonreír por todo lo que tengo. Pero es que no puedo, me es imposible. Y es entonces cuando me hundo más y tengo que admitir que todo vuelva a caerse y yo con ello. Necesito tener todo éso que tiene al gente y que hace más llevaderas sus vidas: la amistad real, verdadera y desinteresada. Y debería cerrar viejas heridas y dejarme llevar por lo que siento.

Follow me on Twitter ♥
Ask me in FormSpring :D

1 comentario:

  1. GUUUUUUUUUUUUUUUAU Me gusta :DD
    Me encantaria que te pasaras por mi blog :

    http://audreyandmycat.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar

Nubes de papel.