Puedes pararte a reflexionar como quieras sobre el tema. Pero reflexionar para mí es horrible. Para mí se trata de una horrible rutina en la que mi cerebro acaba comiéndose a sí mismo. Y aunque le obligo a no pensar, él sigue haciéndolo, como una bomba de dolor incandescente que irradia toda su fuerza sobre mí. Es algo incontrolable como los instintos naturales, algo que es imposible de erradicar para siempre. Creo que a todos nos gustaría dejar de pensar aunque sea por un rato. Poder disfrutar de ésos pequeños momentos que nos ofrezca la vida sin pararnos a pensar en lo que sucederá mañana. Sin pararnos a pensar en todas ésas preocupaciones que nos rondan la cabeza todos los días. Muchas veces he pensado que éso de empezar de cero estaría muy bien. Conocer nuevas personas, cambiar, ser una persona completamente diferente a la que eras antes y que te valoren por aquello que eres de verdad, por todas las cosas que has dado a cambio de ésa grandísima vuelta que ha dado tu vida. Pero si algo me ha enseñado la experiencia es que los problemas jamás se acaban. Son como una materia, que ni se crea, ni se destruye, sino que se genera a partir de una cadena de problemas anteriores, tú simplemente tomas asiento y esperas a que te alcance. Es raro que yo tome ésta filosofía de vida, creo que a éso se le llama madurar y saber enfrentarse a las cosas. Pero lo más patético de todo ésto es que no he logrado hacerlo sin ayuda, no lo he conseguido sin ésas pequeñas modificaciones cerebrales. Supongo que la clave de la felicidad está en dejarse llevar por las pequeñas cosas, ¿no? Pararlo todo durante un momento y dejarse arrastrar por ésa corriente...
Follow me on Twitter ♥
Ask me in FormSpring :D
Cada vez que leo tu blog pienso: Ya no quedan blogs tan buenos como este <3
ResponderEliminarTu blog es precioso <3 Me encanta
ResponderEliminar