Decepción tras decepción, una tras otra, sin parar; todo por tener demasiado altas las expectativas. ¿Qué espero de la vida, qué espero de los demás, qué espero de mí misma? ¿Por qué nada sale como yo lo deseo, aunque ponga mucho empeño, ganas y todo mi deseo? Estoy harta, cansada, frustrada, demasiado dolida como para seguir adelante, pero mis palabras no sirven de nada si sé que pase lo que pase deberé seguir caminando en el sendero de la vida porque, en realidad, no quiero quedarme atrás. Aún tengo muchas cosas por vivir, muchas cosas por hablar y muchas cosas que contar a la vida. ¿Será verdad o será que estoy condenada siempre a ser ésa niña solitaria, a la que a nadie le interesa ver ni con la que nadie desea hablar? ¿Desaparecerá alguna vez éste miedo a seguir avanzando? ¿Alguna vez podré hablar con la gente sin ése miedo a ser juzgada? Preguntas y más preguntas que se me amontonan en la mente y no sé sacarlas, ni ponerlas en orden, ni nada. Tan sólo me sale dormir y poder olvidarme de todo lo que me rodea durante unas horas. Ésa sensación de que siempre habrá alguien por encima de ti, de que hagas lo que hagas siempre habrá alguien mejor, alguien que te superará... es tan horrible que me cala en los huesos. No puedo dejar de pensar en cómo habría sido mi vida si no hubiese tomado ciertas decisiones y hubiese cometido ciertas equivocaciones. Porque por mucho que me lo prometa a mí misma y a los demás, no puedo mejorar. Estoy condenada a hundirme en éste pozo sola, en silencio.
Follow me on Twitter ♥
Follow me on Tumblr ~
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nubes de papel.